Nuestros lineamientos de la comunidad relacionados con la información dañina falsa o engañosa abarcan fundamentalmente dos categorías de daños distintas pero relacionadas: (1) información falsa y (2) comportamiento fraudulento o de spam.
1. Información falsa
El contenido que distorsiona los hechos o datos puede tener consecuencias dañinas para los usuarios y la sociedad. Sabemos que a veces puede ser difícil distinguir la información correcta, especialmente cuando se trata de acontecimientos actuales que se desarrollan rápidamente o si son asuntos complicados de la ciencia, la salud y los temas mundiales. Por esta razón, nuestras políticas se centran no solo en saber si la información es correcta o engañosa, sino también en definir su potencial de daño.
Hay varias categorías de información en las que la tergiversación de los hechos o datos puede representar peligros excepcionales. En estas áreas, nuestros equipos actúan contra el contenido que sea engañoso o inexacto, independientemente de que las afirmaciones falsas sean intencionales. De esta manera, nuestras políticas operan contra todas las formas de amenazas de información, como la desinformación, la información engañosa o la tergiversación, además de la manipulación de los medios de comunicación.
Entre los ejemplos de las categorías de información que consideramos particularmente vulnerables a los daños se encuentran:
El contenido que niega la existencia de acontecimientos trágicos. Prohibimos el contenido que dispute, por ejemplo, el Holocausto o niegue los acontecimientos del tiroteo de la escuela Sandy Hook. Las declaraciones falsas y las teorías de conspiración infundadas sobre estas tragedias pueden contribuir a la violencia y al odio, además de dañar a los usuarios cuyas vidas y familias se han visto afectadas por esos acontecimientos.
El contenido que difunde afirmaciones médicas sin fundamento. Rechazamos el contenido que, por ejemplo, recomiende terapias no probadas para prevenir la propagación de Covid-19; que presente teorías de conspiración infundadas sobre las vacunas; o que promueva prácticas desacreditadas y dañinas, como la llamada “terapia de conversión”. Si bien el campo de la medicina está en constante cambio y a menudo los organismos de salud pública pueden modificar la información, estas organizaciones confiables se rigen por normas y la rendición de cuentas y es posible que acudamos a ellas como fuentes de información de salud responsable y orientación médica.
El contenido que socava la integridad de los procesos cívicos. Las elecciones y otros procesos cívicos son fundamentales para el funcionamiento de las sociedades apegadas a derechos, y están específicamente en la mira de quienes desean manipular la información. Para salvaguardar el entorno de la información en relación con tales eventos, hacemos cumplir nuestras políticas para aplicarlas a los siguientes tipos de amenazas en procesos cívicos:
Interferencia en los procedimientos: desinformación relacionada con elecciones o procedimientos cívicos reales, como tergiversar fechas y horarios importantes o requisitos de participación.
Interferencia en la participación: contenido que incluye intimidación a la seguridad personal o difunde rumores para disuadir la participación en el proceso electoral o cívico.
Participación fraudulenta o ilegal: contenido que incita a las personas a participar en el proceso cívico con una identidad falsa, votar ilegalmente o destruir boletas.
Deslegitimación de procesos cívicos: contenido que tiene como objetivo deslegitimar las instituciones democráticas mediante afirmaciones falsas o engañosas respecto a los resultados de las elecciones, por ejemplo.
Nuestras políticas contra la información falsa dañina se complementan con amplias protecciones de diseño de productos y reglas de publicidad que limitan la viralidad, fomentan la transparencia y favorecen la autenticidad en nuestra plataforma. Para obtener más información sobre las formas en que la arquitectura de nuestra plataforma apoya estos objetivos, visita estapublicación de blog.
2. Comportamiento fraudulento o de spam
El fraude y el spam pueden causar a los Snapchatters daños financieros importantes, riesgos de ciberseguridad e incluso riesgos jurídicos (sin mencionar experiencias desagradables y molestas). Para reducir estos riesgos, prohibimos las prácticas engañosas que socavan la confianza en nuestra comunidad.
Las prácticas prohibidas incluyen, por ejemplo, contenido que promueva estafas de cualquier tipo; esquemas de enriquecimiento rápido; contenido pagado o patrocinado no autorizado o no revelado; y la promoción de productos o servicios fraudulentos, como productos, documentos o certificados falsificados. Además, prohibimos las promociones de pago por seguidores u otros esquemas de aumento de seguidores, la promoción de aplicaciones de spam y la promoción de esquemas de pirámide o de marketing multinivel. También prohibimos el lavado de dinero (incluido el envío de dinero o las mulas de dinero) de cualquier tipo. Esto incluye recibir y transferir dinero obtenido de forma ilegal o de una fuente desconocida en nombre de otra persona, recurrir a servicios no autorizados e ilegales de transmisión de dinero o de cambio de divisas, y solicitar y promover estas actividades.
Por último, nuestras políticas prohíben fingir ser alguien (o algo) que no eres o intentar engañar a las personas respecto a quién eres. Esto incluye la suplantación de la identidad de amigos, celebridades, marcas u otras organizaciones. Estas reglas también suponen que no es aceptable imitar la marca de Snapchat o Snap, Inc.