Hoy, Jennifer Stout, nuestra vicepresidenta principal de Políticas Globales y Operaciones de Plataformas, se unió a Meta y TikTok para comparecer ante el Parlamento australiano para discutir la legislación sobre la edad mínima de las redes sociales del país. Puedes leer la declaración de apertura de Jennifer a continuación.

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Agradezco la oportunidad de aparecer ante el Comité para discutir el enfoque de Snap con respecto a la Ley de edad mínima en las redes sociales.

Snapchat es, y siempre ha sido, una aplicación de mensajería. Desde su fundación, Snapchat se diseñó para ayudar a los amigos cercanos a comunicarse en el momento, para mantenerse conectados a través de fotos, vídeos y chats que reflejan la vida real.

Si bien hemos añadido funciones a lo largo de los años, la mensajería sigue siendo el propósito principal de Snapchat y la forma principal en que nuestra comunidad la usa en la actualidad.

El Gobierno creó Normas de exclusión que eximen del requisito de edad mínima las plataformas cuyo único o principal propósito es la mensajería, las llamadas de voz o las videollamadas. Hicieron esto porque reconocieron que los jóvenes necesitan poder comunicarse con amigos y familiares.

Más del 75 % del tiempo que se pasa en Snapchat en Australia está dedicado a enviar mensajes y llamar, las mismas funciones que se utilizan en servicios como WhatsApp, Messenger y iMessage, todas las cuales se han excluido de estas restricciones. Sin embargo, a pesar de esto, Snapchat ha sido clasificada como un servicio de redes sociales con restricciones de edad.

No estamos de acuerdo con esta interpretación. Hemos proporcionado pruebas convincentes al Comisionado de seguridad electrónica que muestran que el propósito principal de Snapchat es la mensajería, en línea con el enfoque declarado por el Gobierno.

No obstante, cumpliremos con la ley, a pesar de que creemos que se ha aplicado de forma desigual y corre el riesgo de socavar la confianza de la comunidad en la ley.

A partir del 10 de diciembre, desactivaremos las cuentas de los Snapchatters australianos menores de 16 años.

Sabemos que esto será difícil para los jóvenes que usan Snapchat para comunicarse con sus amigos y familiares más cercanos. Para los adolescentes, la conexión y la comunicación son fuertes impulsores de la felicidad y el bienestar. Eliminar eso no los vuelve más seguros, sino que puede empujarlos hacia otros servicios de mensajería que carecen de las protecciones de seguridad y privacidad de Snapchat.

Compartimos el objetivo del Gobierno de proteger a los jóvenes en línea, pero creemos que restringir su capacidad para comunicarse en Snapchat no logrará ese resultado.

Actuaremos de forma responsable y transparente a lo largo de este proceso, lo que incluye ayudar a los usuarios a verificar su edad para que, si tienen 16 años o más, puedan mantener sus cuentas.

Seguiremos interactuando de forma constructiva con el Comisionado de seguridad electrónica y el Gobierno, con pleno respeto por la ley, incluso si no estamos fundamentalmente de acuerdo con ella.

Gracias. Me complace responder a vuestras preguntas.